La Rosa del Azafrán cierra la 42ª Semana de la Zarzuela
- Álvaro Rodado

- 28 oct
- 2 Min. de lectura
Mil espectadores pudieron disfrutar de la compañía maestro Andrés Uriel de la ACAZ
La cuadragésima segunda edición de la Semana Nacional de la Zarzuela en La Solana puso el broche de oro en el Teatro Tomás Barrera Saavedra con la Rosa del Azafrán. El pasado año contaron con la colaboración de DRAO Producciones, pero este año 2025 la compañía Zarzuela Colombia fue la que acompañó a la compañía de la Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela (ACAZ).

La Rosa del Azafrán fue representada por solaneros desde 1988. La rosa tiene una bolsa de fieles que no la tienen otros títulos, sobre todo en La Solana, y ese público devolvió con sonoras ovaciones cada interpretación, en especial aquellas que estrenaban esos giros escénicos. En la sesión de tarde tuvo más color local, con todos los roles principales interpretados por solaneros, excepto Carracuca, donde Ángel Walter hizo doblete. Así, Petri Casado y José Manuel León encarnaron al ‘Ama Sagrario’ y al ‘ayudaor Juan Pedro’, María Sevilla hizo de ‘Catalina’, José González fue ‘Moniquito’, Petra Martín-Albo representó a la ‘hermana Custodia’ (por la noche fue Mari Carmen Rodríguez-Rabadán) y Ramón López a Don Generoso (por la noche fue Gregorio Uriel).

Otros personajes relevantes en la obra, aunque con menos peso de libreto o canto, también fueron atacados por solaneros en ambas funciones. Son los casos de hermano Micael (Luis Miguel Serrano), hermano Francisco (Basilio del Olmo), Julián Herencia (Antonio García-Catalán), Miguel (Luis García-Cervigón), Dominica (Petri Simón), Lorenza (Ana Sánchez y Laura Rodríguez), Ciego (Regino Velacoracho) o Mozo de la guitarra (Marcos Ocaña).

Buen trabajo también de los coros, esta vez más equilibrado que de costumbre entre hombres y mujeres, dirigido por Daniel Báñez, junto al cuerpo de baile, al mando un año más de Roberto de la Cruz. La dirección escénica fue responsabilidad de Antonio Torres. El barítono malagueño se va consolidando como productor y dramaturgo, aunque también se vistió de gañán para el rol de ‘Juan Pedro’ en la sesión de cierre. Todo un lujo. Y en el foso, Carlos Díez dirigió la orquesta.

Así fue como se puso punto y final a una Semana Nacional de Zarzuela que se ha caracterizado por una mayor competencia entre compañías profesionales –hasta cuatro-, una programación variada, donde los niños o las asociaciones locales han vuelto a tener un peso importante y, sobre todo, una masiva asistencia de público en todas las escenificaciones. Este último, es el mejor termómetro de todos.





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