Muchas personas se reunieron el sábado 10 en el castillo y el domingo 11 las calles se llenaron de solaneros para recibir a la patrona solanera
La Solana está volviendo a vivir una de sus mayores fiestas en cuanto a devoción, ya que la Virgen de Peñarroya está en la localidad después de 8 meses fuera de ella. Desde el viernes 9 comenzó a ocupar espacio en el castillo, pero el mayor número de ocupación fue al día siguiente, el sábado 10. La Virgen de Peñarroya llegó a las inmediaciones del castillo sobre las 11:38, acompañado de los fieles argamasilleros, que en numerosas ocasiones las llevaban corriendo para llegar a la ermita.
Cuando llegaron a la ermita realizaron la oración y finalmente se dirigían al santuario. Fue poco antes de las 12:00 cuando dentro del mismo les esperaban fieles aplaudiendo y gritando los "vivas". Sobre las 13:00 llegaba la cofradía solanera, acompañados de las autoridades solaneras y sacerdotes del pueblo. A las 13:15 le cantaron la Salve y el himno de la Virgen de Peñarroya.
Sobre las 17:45, la patrona se paseó por el aparcamiento aledaño al castillo vestida de romera. Poco después se ofició la eucaristía en la puerta lateral al santuario donde lo realizó el sacerdote solanero, Don Benjamín Rey.
El domingo 11 tocaba recoger y partir rumbo a La Solana. Sobre las 12:50 llegaba la Banda Municipal de Música de La Solana acompañados de las autoridades locales que iban en pasacalles hasta el punto de reencuentro con la patrona. Poco después llegaba la patrona en su "cochecito" y detrás la caravana de vehículos. La Virgen de Peñarroya la colocaron en el altar de la calle Alhambra, le interpretaron el Himno de La Solana y el Himno de la Virgen de Peñarroya, para que acabar con el reencuentro lanzaron los primeros "vivas".
A las 13:10, comenzó la procesión desde la calle Alhambra, pasando por la plaza mayor y finalizando el mismo en la ermita del Humilladero.
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